Retiro Espiritual de Semana Santa
DÍA 2: EL MIEDO Y LA FE
Las personas debemos atravesar momentos donde el sufrimiento, la angustia y el miedo se convierten en protagonistas de esas escenas.
En esta ocasión, trataremos de contemplar al Jesús hombre que se enfrenta a la soledad, la traición y la muerte, para encontrar pistas que puedan fortalecer nuestro espíritu al momento de tener que transitar experiencias de dolor.
Para continuar este retiro espiritual no olviden:
Buscar un lugar adecuado para desconectarme totalmente de todo y poder vivenciar esta experiencia a fondo.
Elegir el momento del día que considere más adecuado y reservarlos para esto.
Hacerse de los elementos necesarios (dispositivo con conexión a Internet, auriculares, lapicera, papel, juego de mate, etc).
Tomar nota de las vivencias, sensaciones, citas y todo lo que me parezca oportuno registrar a modo de un tesoro para el alma.
¡Comencemos!
UNA ESCENA DE LA PASIÓN
Una de las escenas de la Pasión de Cristo más conocidas es sin dudas la de su oración en el Huerto de Getsemaní. Jesús experimenta la soledad, el abandono, el miedo y la angustia por el sufrimiento y la muerte que se aproxima. Jesús como hombre, no puede eludir todo lo que esto significa y reacciona, desde el dolor y desde la fe.
EJERCICIO 1: LA ORACIÓN DE JESÚS EN GETSEMANÍ
Te proponemos leer el siguiente pasaje del Evangelio que se recrea en el video que colocamos al pie.
39 En seguida Jesús salió y fue como de costumbre al monte de los Olivos, seguido de sus discípulos.
40 Cuando llegaron, les dijo: «Oren, para no caer en la tentación».
41 Después se alejó de ellos, más o menos a la distancia de un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba:
42 «Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya».
43 Entonces se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba.
44 En medio de la angustia, él oraba más intensamente, y su sudor era como gotas de sangre que corrían hasta el suelo.
45 Después de orar se levantó, fue hacia donde estaban sus discípulos y los encontró adormecidos por la tristeza.
46 Jesús les dijo: «¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren para no caer en la tentación».
Evangelio según San Lucas, capítulo 22
https://www.youtube.com/watch?v=SwzfghE3jOs
Este es un momento en el que podés pensar cuáles son esas angustias que no te dejan en paz, cuáles son las situaciones en las que te sentís en soledad, pero no para aumentar el dolor, sino para ofrecerlas a Áquel que quiso cargarlas sobre sí, justamente par que vos te puedas liberar de ellas. Animate y pedile con tus palabras, que la tristeza no te adormezca...
EJERCICIO 2: MIS MIEDOS, MIS PENAS, MIS DUDAS Y MI FE
Podés anotar (poner en palabras) cuáles son tus experiencias de miedos, penas o dudas para que nuestro Dios nos ayude a elaborarlos y transformarlos en acción decisiva a ejemplo de Jesús. Corremos el riesgo de pensar, equivocadamente, que la voluntad de Dios es todo lo malo que nos ocurre, cuando en realidad no tenemos que tener ningún temor a pedirle a Dios que se haga tu voluntad, pues su voluntad (lo que quiere para nosotros) es la felicidad (que en algunos casos puede ser transformar lo malo que la vida nos ha puesto en el camino, en esperanza puesta en el camino. A la luz de todo esto: ¿qué importancia tiene aceptar la voluntad de Dios y entregarse a Él a la hora de transitar el dolor, el miedo y la angustia que surgen de esas experiencias?
Te proponemos que escuches la siguiente canción.
Luego, repasando la letra, elijas y tomes nota de las frases que más hayan resonado en tu interior.
https://www.youtube.com/watch?v=Z_aH_mFc6Zg
Por qué tengo miedo (Hna Glenda)
Por qué tengo miedo si nada es imposible para Ti.
Por qué tengo miedo si nada es imposible para Ti.
Por qué tengo miedo si nada es imposible para Ti.
Por qué tengo miedo si nada es imposible para Ti.
Por qué tengo duda si nada es imposible para Ti
Por qué tengo duda si nada es imposible para Ti
Enséñame a querer,
Enséñame a perdonar,
Enséñame a orar.
Tú te hiciste hombre
Tú venciste a la muerte.
Tú estás entre nosotros.
Para finalizar, te invitamos a que, desde lo más profundo de tu corazón vuelvas a escucharla, a modo de oración personal y cantes la canción haciendo foco en esas frases que te quedaron para seguir pensándolas y rezándolas durante el día.
Nos volvemos a encontrar mañana!
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