Estamos en un tiempo litúrgico de preparación. Estos 40 días (Cuaresma) antes de vivir la Semana Santa, nos invita a disponer el corazón hacia la Vida nueva que celebramos en Pascua. Es tiempo de poder “mirarnos” a nosotros mismos (sin culpas, sino con amor), para afianzar lo bueno y cambiar lo que haya que cambiar, sabiendo que Dios nos convoca a la conversión desde su mirada misericordiosa. La vida nos puso, desde hace un año ante un desafío complejo y difícil para todos. La pandemia nos obligó a “re-pensarnos” como personas y como sociedad. Esta “cuaresma inesperada” (que rogamos termine pronto) nos puede sumir en la desazón y la desesperación, o nos puede impulsar a una vida nueva. Por eso este tiempo de preparación hacia la Pascua 2021 es tan importante. Hoy, 19/03, recordamos, además, a un hombre (José de Nazareth) cuya actitud de cuidado del otro fue una de sus características esenciales. Por eso intentaremos juntos, a ejemplo de San José, cuidarnos mutuamente, el cuerpo y el alma, la salud y los sentimientos, en espera de aquella “resurrección” que como sociedad necesitamos. Caminemos juntos en esta Cuaresma hacia la Pascua que nos devuelve la esperanza, hacia la Luz que ilumina a toda persona, hacia el Amor que es fundamento sentido de todo lo que hacemos, hacia la Vida que se nos regala en este mundo y en el cielo que nos espera. Que Dios nos siga bendiciendo en este caminar.
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