Lo importante no es festejar la redondez de una cifra como la de “200”. Los números no dicen nada si uno no los llena de vida. En este mes del Bicentenario, lo importante es preguntarnos cuál es la vida que queremos elegimos festejar. La historia de nuestra Argentina tiene momentos para celebrar, presencias para agradecer, sucesos por los cuales solicitar el perdón, y ocasiones como estas para pedir la fuerza del espíritu.
En estos rituales nos encontramos como comunidad. Para agradecer, para pedir, para arrepentirnos. El pasado 8 de mayo a las 15, el Departamento de Laicos de la Conferencia Episcopal Argentina, invitó a todos los argentinos a realizar un gesto nacional para celebrar el Bicentenario. El mismo consistió en encender una vela y en rezar una oración por la Patria. Hubo un Acto Central frente a la Basílica de Luján como así también en distintos puntos de la Argentina
El gesto del encendido de la vela y el rezo de la oración por la Patria, se hizo en forma simultánea en distintos centros de devoción mariana del país como: Ntra. Sra. de Itatí en Corrientes, Ntra. Señora del Rosario de San Nicolás, Ntra. Sra. de Guadalupe de Santa Fe y Ntra. Sra. del Valle de Catamarca. El encuentro con la Madre de Jesucristo, Señor de la Historia, es un motivo de festejo. Continuemos participando de estos momentos de encuentro.
(Extraído de comunicandonos@isca.org.ar )
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