viernes

Para inaugurar el blog les quiero compartir un cuento. Espero que les sirva.

¿El verdadero "rostro"?

Javier, Mavi, Juan y Tere son catequistas, y se conocieron en una Jornada de reflexión, que la diócesis a la que pertenecían había organizado. El tema de dicho Encuentro era “El verdadero rostro de Dios”, con el claro objetivo de reflexionar sobre el Dios de la Misericordia, del Amor gratuito.

Los cuatro coincidieron en un trabajo en grupo, y compartieron lo importante que había significado para ellos poder trabajar este tema. Todos tuvieron la “suerte” de tener padres que intentaron transmitirles su fe en Dios, pero, por supuesto, cada uno a su manera…

Javier contó que sus padres habían querido que, ya de pequeño, evitara el mal y eligiera el bien, por eso es que lo amenazaban con que si se no se comportaba correctamente, Dios lo iba a castigar (hecho por el cual, sus travesuras infantiles habían sido bajo techo para que “Dios no lo viera”).

Mavi creció en medio de una extraña mezcla de creencias. Los domingos, por ejemplo, era infaltable la misa matinal, y por la tarde llegaba el pasatiempo de su madre de “tirarle las cartas” a sus amigas. Y recordó cómo disfrutaba, tanto cuando su madre la alzaba (al terminar la misa) para darle un beso a cada imagen de Santo que había en el templo de su parroquia, como cuando las visitas dabas grititos de sorpresa y admiración cuando alguna de las cartas echadas coincidía con su realidad.

Juan, en cambio, recibía de su padre la convicción de que la buena situación económica de la familia, seguiría a través de las generaciones, pues ellos siempre “trabajaban para Dios” en la parroquia y en algún que otro Movimiento. Mientras Juan no cambiara, Dios no le iba a “voltear el rostro”. En medio de esta certeza, solo una cosa le inquietaba: saber que un compañero de grupo parroquial del padre había perdido el trabajo.

Tere, por su parte, se crió con una carga moral muy grande, pues sus padres eran muy estrictos, tanto con ella y su hermana, como en el juicio a todo lo que no fuera moral cristiana. Tere abrazó la fe, pero siempre sintió que ser cristiana le pesaba.

Quizá, por todo esto, los cuatro se pusieron de acuerdo en la necesidad de transmitir el tema de la Jornada en los respectivos grupos que cada uno tenía a cargo.

Y así fue.

Javier empezó hablando de la Misericordia de Dios, pero al plantear el diálogo con el grupo, sus acotaciones fueron derivando sin darse cuenta, en el tema de la Justicia, y consecuentemente en “El Juicio”, y cuando se quiso acordar, estaba hablando del castigo de Dios.

Mavi, por su parte, sabía que en su encuentro de catequesis le iba a ir bien, pues antes de ir a su parroquia, le había dado una ojeada al horóscopo, el cual le auguraba éxitos en todo lo que emprendiera en el día.

Juan, tomó la parábola del “servidor despiadado” del capítulo 18 de Mateo, para explicar la conveniencia de ser misericordioso, pues de ese modo Dios nos retribuirá con su misericordia.

A Tere, en cambio, se le fue el encuentro de las manos cuando se escandalizó ante la pregunta de uno de sus catequizandos de 1º año de Polimodal, quien le planteó que no creía en que Dios fuera misericordioso, pues en el mundo había mucho sufrimiento. Tere pidió para él una sanción de la dirección del colegio por faltar al respeto.

Mientras tanto, en el salón donde se había realizado la Jornada de reflexión, seguía colgado un dibujo del abrazo del Padre Misericordioso, con un cartel que expresaba el lema del Encuentro: “Dios: Misericordia y Amor gratuito”
Del libro "Destellos de Luz, reflejos de vida" de José Balabanian Ed. San Pablo (En edición)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindo el cuento y el blog. Gracias por darnos recursos. Me gustaría que vayan apareciendo otros cuentos aplicables a distintos temas.

Lito dijo...

Te agradezco tu comentario Graciela. Tengo muchos cuentos para poner. Esto recién empieza y la idea es renovar el blog semanalmente (Y si mi tarea me deja tiempo, se irán agregando materiales nuevos casi todos los días)Gracias por participar.

Jorge dijo...

Lito: Buenísmo lo que has hecho. Änimo, es una de las nuevas formas de evangelización. Un gran abrazo.

RESULTADO DE ENCUESTAS ANTERIORES: