martes

Reflexión Pascual compartida por Alicia Pitarch

Es hora de entrar en la noche sin miedo,
de atravesar ciudades y pueblos,
de quemar lo viejo y comprar vino nuevo,
de quedarse en el corazón del mundo,
de creer en medio de la oscuridad y los truenos.
¡Es la hora de la vida nueva!

Es hora de levantarse del sueño,
de salir al balcón de la vida,
de mirar los rincones y el horizonte,
de asomarse al infinito aunque nos dé vértigo,
de anunciar, cantar y proclamar.
¡Es hora de la vida nueva!

Es hora de romper los esquemas de siempre,
de escuchar las palabras del silencio,
de cerrar los ojos para ver mejor,
de gustar su presencia callada,
de andar por los desiertos.
¡Es hora de la vida nueva!

Es hora de despertar al alba,
de descubrir su presencia entre nosotros,
de iniciar caminos nuevos,
de andar en confianza,
de pasar a la otra orilla.
¡Es la hora de la vida nueva!

Es la hora de confesar la vida,
de hablar poco y vivir mucho,
de arriesgarlo todo apostando por Él,
de sentarse a la mesa y calentar el corazón,
de esperar contra toda esperanza.
¡Es la hora de la vida nueva!

¡Es Pascua, el paso de Dios por nuestro mundo
lavando las heridas, sembrando esperanza, levantando la vida,
llenando de semillas nuestras alforjas vacías!...FELICES PASCUAS PARA TOD@S!!!!...GENTE TAN QUERIDA!!!!
 

La Pascua y la Utopía de un mundo mejor

Les comparto lo escrito junto a mi esposa (flamantes abuelitos):


A vos te decimos, entrañable  amig@: ¡La muerte ha sido vencida! Grito propio de lo que estamos festejando: La Pascua de Cristo. Pero no es sólo una cuestión doctrinal, o un recuerdo de un hecho pasado. Si fuera así carecería de significatividad para cada uno de nosotros, que vive una vida concreta, con sus realidades cambiantes a cuestas. Pero la Pascua “toca” nuestras vidas, pues no es lo mismo pensar que nunca más veremos a nuestros seres queridos que han fallecido,  que alimentar la esperanza del reencuentro; y no es lo mismo el esfuerzo cotidiano si todo termina en la tumba, que si todo continúa en la vida eterna. No es lo mismo vivir creyendo que el mal tiene la última palabra, que vivir luchando por un mundo mejor, con la certeza de que la Luz puede “resucitarnos”, iluminando nuestras oscuridades personales y sociales. No es sólo una expresión de deseo, es una realidad de la cual Cristo nos da garantías con su propia resurrección. Y para el que se hace la pregunta (muy válida por supuesto) con toda sinceridad: ¿Cristo habrá resucitado realmente? Uno podría decir que sólo se puede responder desde la fe… Pero no es una fe de la cual no se pueda razonar nada, y hay varios argumentos que se pueden inferir, pero escaparíamos a la intención de estas líneas (se puede seguir por privado). Pero es cierto que todo puede quedar en un saludo formal sin mucha pretensión de profundidad. En cambio: si nuestro corazón está puesto más en la Vida que en la “cultura de la muerte”, si el compromiso está en la búsqueda de la bienaventuranza del “hambre y sed de justicia”, si nos jugamos por Amor (así como el Jesús que celebramos se jugó por su causa), recién entonces podremos decir con convicción vital :¡FELIZ PASCUA! Y si sos ateo, o tenés otra creencia, LUCHEMOS JUNTOS POR UN MUNDO MEJOR! (A vos te decimos entrañable amig@, Y VA DE CORAZÓN!) 
Alicia y Lito






RESULTADO DE ENCUESTAS ANTERIORES: