miércoles

Cuento para suscitar el espíritu misionero.

“La felicidad está más en dar que en recibir.” (Hech. 20, 35b)

TAMBERÍAS

Setiembre del 2000. El micro llegó a la ciudad de San Juan, luego de muchas horas de agotador viaje, en el que no faltaron chistes, canciones y charlas en las que la disponibilidad de tiempo permite conocer más al otro. Un poco más “arriba”, en plena precordillera, los habitantes de Tamberías, sabían que “los misioneros de Buenos Aires” llegarían de un momento a otro. Éramos un grupo del colegio San Ignacio, que quiso brindarle la posibilidad de tener una experiencia de este tipo a los alumnos (alrededor de quince adolescentes, acompañados por algunos adultos). El proyecto pastoral de la institución era el marco en el que se fueron preparando los misioneros durante todo el año, para esta visita a Tamberías (era el segundo año que el colegio misionaba en este lugar).

Él era uno más de los que pasaban los bultos, desde el micro hasta las dos “combi” que los llevaría hasta el destino fijado. Su cargo en el colegio era (y lo sigue siendo en la actualidad) el de catequista. Su rol en la misión, el mismo que el resto de los adultos que iban en el grupo, ayudar a que la misión salga bien y coordinar las cosas para que los alumnos tuvieran una experiencia significativa, distinta a la que el mundo les ofrece hoy. Pero sabía muy bien que ese año había sido muy duro para él y para su familia. Su aridez interior le preocupaba, sobretodo teniendo en cuenta la tarea que estaba a punto de comenzar.

Ya en viaje (seis horas de camino de cornisa de una sola mano, con innumerables curvas y contracurvas; con un horario establecido para subir y otro para bajar), las preguntas que invadían su silencio eran muchas: ¿cómo llevar esperanza a la gente del lugar en ese estado de aridez?, ¿cómo conducir a los alumnos a que tuvieran una experiencia de Cristo, si él, durante todo el año no la había tenido?, ¿cómo no sentirse hipócrita, tratando de dar lo que no se tiene?, y en medio de todo esto, ¿dónde estaría Dios escondido?...

Poco a poco, sus pensamientos fueron siendo sustituidos por las señales que su vista percibían, pues la belleza de la precordillera con sus picos de formas caprichosas y sus laderas coloridas, se le imponían con la autoridad que le da su esplendor. El río de montaña que acompañaba serpenteante nuestro paso y el cielo luminoso, decorado con “algodones”, más algún guanaco que se percibía a lo lejos, completaban el cuadro que cualquier pintor quisiera recrear. Mientras miraba extasiado pensaba, que los habitantes del lugar veían a diario este “idioma” natural que Dios tiene para comunicarse.

El recibimiento de un grupo de lugareños en la puerta de la capilla en la que permaneceríamos esos días, le emocionó. Y ya en los primeros días, comenzó a grabar en su corazón, sonidos como el del agua del deshielo corriendo por las acequias, silencios como los de la hora de la siesta, sensaciones como el del viento cálido sobre su piel, e imágenes como las de la cordillera nevada al amanecer o el cielo inundado de estrellas al anochecer.

Sin embargo, la máxima expresión de Dios en aquél lugar, la encontró en las risas de los niños, en sus miradas cristalinas y sus pies descalzos; en la simpleza de la gente que los recibía en cada casa, compartiendo lo poco que tenían para acompañar el mate y la charla; en los ojos cansados pero cordiales de cada anciano; en las manos curtidas de los que trabajan la tierra o el buen humor de los que trabajan para el “gobierno” (el municipio), y en la sana ingenuidad de cada joven. Luego de unos días descubrió que ellos le trasmitirían la esperanza a él y no al revés.

Se volvió sólo, pues como trabajaba en otros colegios, debía estar en Buenos Aires unos días antes que los demás. Y de alguna manera, mientras viajaba comenzaba a extrañar a ese Dios escondido en cada milagro de la naturaleza o en cada corazón abierto de la gente del lugar.

Transcurridos unos días, después de su regreso, se fue dando cuenta que en cada abrazo de su esposa y sus hijas, en cada situación cotidiana, en cada uno de los amaneceres o anocheceres o detrás de cada mirada aparentemente desafiante, pero muy necesitada de cada adolescente en clase, podía contemplar el mismo rostro oculto de ese Dios que, sutilmente, lo acompaña siempre, allí en Tamberías, aquí en su realidad cotidiana o donde sus pasos lo quieran libremente llevar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como no sentir tambien la aridez en mi interior, como no sentirme hipocrita cuando hemos sido educados y hemos sido sembrados con semillas que nada tienen que ver con el sujeto (como persona) para transformarlo, modelarlo en una persona con un sentido y una esperanza de vida.

Si bien es cierto que la relación entre el poder y la filosofía, como nunca antes, está en tremenda contradicción.

La filosofía que busca la instalación del proyecto educativo más perfecto, se encuentra con que los operadores del mismo (los que educan en todo ambito), son producto de la construcción del poder puro. Es así que la desintegración política del individuo se demuestra en su ignorancia, la cual, le impide identificar la verdad por ausencia del saber pertinente.

El proceso civilizatorio, nos llevó de sujetos a objetos. Somos la simple presencia de una cosa a la cual, el poder puro, descarnado, omnipresente y soberbio, nos atribuye significado y función de acuerdo a la época y circunstancia.

Sujetos trabajadores podrían ser sinónimos de esclavos dóciles con salario.

Sujetos que estudian podrían ser sinónimos de párvulos de escasa gobernabilidad emocional.

Sujetos que dirigen podrían ser comisarios económicos o culturales al servicio del poder puro.

Por todos lados y en todo momento somos mutados a objetos y se nos reconoce como tales. Somos el hombre objeto, cosificados por educación, por cultura y por poder.

Es desde esta condición que el pueblo muta a gente, que el político muta a bruto, que el profesor muta a docente, que la maestra muta a segunda mamá, que el soldado muta a policía antinarcóticos, que el economista muta a vendedor de ilusiones improductivas, que el abogado muta a mediador, que el hombre consagrado muta a pedófilo con todos los gastos pagos, que el empresario muta a rentista, que el hombre muta a cobarde y la mujer muta a belleza artificial, que el pobre muta a asesino por ausencia de destino y el rico muta a importador de modas y objetos improductivos como escupitajo moral.

También Martínez de Hoz mutó de abogado a ministro de economía del Proceso de destrucción de todo aparato productivo, educativo e intelectual; y Carlos Menem mutó de preso político en la dictadura y caudillo popular a patrón de estancia que a través de decretos y manipulaciones legales completó el plan de Martínez de Hoz, indultándolo y terminando de mutar el país a una sociedad decadente, pobre, indigente, de contrastes impensados e inmorales, y haciendo que la educación no tenga sentido; donde la sociedad de la producción trocó hacia la cultura rentística, la especulación , y la contracultura de la grosería encubierta y abierta; donde el dinero no se hace con trabajo sino con dinero.

Hace 30 años que el ciclo se ha iniciado con fuerzas inusitadas.

Esperemos que la exigencia principal no sea darle títulos a traidores de la antipatria rentística, especuladora y criminal, hacedores de pobres y habitantes sin destino ni identidad.

Debemos resistir a que se nos asigne la función y el significado de idiotas útiles para que en esta vida, la formación de ciudadanos se la verdadera exigencia y la única mutación valedera.

Poder contemplar el rostro oculto de Dios en cada mirada, en esas personas de Tamberias demuestra que la resistencia es posible.

¿Para el cristianismo el resistir al mal, a la tentacion y comprender a traves del amor es en definitiva resistir por la comprension?

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tu aporte! La resistencia tiene sustento en la esperanza, y la esperanza se basa en Aquél que hundió sus pies en nuestro barro para darnos la dignidad de Hijos. El video "Postales" hecho por alumnos de Polimodal es una prueba más de que no todo está perdido. Un abrazo!

RESULTADO DE ENCUESTAS ANTERIORES: