viernes

Catequistas escolares: Salario Justo?

Ante varios mails y comentarios en este blog (además de la propia experiencia y de escuchar la voz de muchos colegas al respecto) nos sentimos en la necesidad de plantear el tema de la remuneración de los catequistas escolares. Es sabido la necesidad de profesionalización de todo docente (el catequista escolar lo es), por lo cual son cada vez más los catequistas recibidos en los distintos profesorados. A la imprescindible vocación, (movida por el amor); a la formación eclesial (por ejemplo en los seminarios catequísticos), se le suma cada vez más la formación en la sicología, en la pedagogía y en todo lo referente a las culturas institucionales. Todo esto pone en plano de igualdad al catequista escolar con cualquier otro docente. Se sabe también, que un docente catequista, trabaja mucho más que las horas frente al curso (jornadas, campamentos, acompañamiento personalizado, misión, actividades en fechas especiales, etc) y que, obviamente, es el trabajo con el cual se sostiene y mantiene a su familia. No comprender la diferencia entre esta tarea y la catequesis parroquial-sacramental, hace que no pocas veces se aluda a el "apostolado" que requiere sacrificios; de modo que los aumentos son para otros, los espacios físicos son para otras materias (inglés, computación, música, etc), pero los reclamos de igual remuneración ante "igual" tarea son mal vistos si vienen de un seguidor de Jesús (como si el hambre y sed de justicia que brota de las Bienaventuranzas o la Doctrina social de la Iglesia fuera para otros). No hay colegio religioso que no proclame que la catequesis es lo principal, y cuentan con la histórica generosidad de los catequistas, pero algo no cierra, algo duele... Todos los catequistas escolares vamos a seguir con nuestra tarea por amor al Cristo presente en los chicos y adolescentes, pero (sin que nadie se sienta atacado) creemos en la necesidad de "pensar la catequesis" también en este aspecto. Es cierto que hay honrosas excepciones, me constan, pero aún son absolutamente minoritarias. Si el tema queda instalado, por lo menos será un paso...
Somos catequistas
José Manuel Balabanian

martes

El cuento de la semana

Carlos y Laura
Autor/a: Desconocido/a
Procedencia: Colaborador/a

Carlos, con el rostro abatido de pesar se reúne con su amiga Laura en un bar a tomar un café. Deprimido descargó en ella sus angustias...que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación...todo parecía estar mal en su vida. Laura introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 50 euros. y le dijo:
- Carlos, ¿quieres este billete?
Carlos, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo:
- Claro Laura...son 150 euros., ¿quién no los querría?
Entonces Laura tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo una pequeña pelota. Mostrando la estrujada pelotita verde a Carlos, volvió a preguntarle:
- Y ahora ¿lo quieres igual?
- Laura, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 euros., claro que los cogere si me lo das.
Entonces Laura desdobló el arrugado billete, lo tiró al suelo y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado.
- ¿Lo sigues queriendo?
- Mira Laura, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 50 y mientras no lo rompas conserva su valor...
- Entonces Carlos, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido... lo que debes preguntarte es CUANTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado. Carlos quedó mirando a Laura sin atinar palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro. Laura puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:
- Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal...pero ¡¡me debes un billete NUEVO de 50 euros. para poderlo usar con el próximo amigo que lo necesite!!
Le dio un beso en la mejilla a Carlos - quien aún no había pronunciado palabra - y levantándose de su silla se alejó con su atractivo andar, con rumbo a la puerta. Carlos volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada energía llamó al camarero para pagar la cuenta......"

RESULTADO DE ENCUESTAS ANTERIORES: