"La familia cristiana es una comunión de personas, reflejo e imagen de la comunión del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo". Catecismo de
José se sentía abrumado, y pensaba que en su casa no podía hacer las cosas que le gustaría, como escuchar música a todo volumen, tocar el órgano, mirar fútbol todos los días o simplemente dormir hasta que le plazca. Quizás unas vacaciones le hubieran venido bien, pero no podía dejar el trabajo. Pero su familia sí. Podían irse una semana, y tal vez por todo esto, (con una rara mezcla de resignación y egoísmo), insistió para que vayan. Y si bien a su esposa no le gustaba irse sin él, la convenció, sacaron los pasajes y se fueron...
José estaba contento porque su familia disfrutaría y a la vez alegre porque por una semana haría lo que normalmente no podía, y así se "despejaría" de los problemas y del cansancio.
Pero ya el primer día se dio cuenta que algo no andaba bien... Quiso escuchar música con el volumen alto, y le molestaba a los oídos. Cuando quería dormir, daba mil vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño; y cuando quería ver un partido de fútbol, se quedaba dormido en el segundo tiempo. Se sentaba a tocar el órgano y no se le ocurría ninguna canción. Y para colmo sus comidas consistían en: hamburguesas quemadas, arroz sin sal, fideos con demasiada sal, y otras exquisiteces que terminaban comiendo el perro y el gato.
Con el correr de los días todo se iba acentuando. No soportaba el silencio al llegar del trabajo, y el no tener a quién contar lo que ocurrió en el día. Cuando iba por la calle no dejaba de mirar a los niños con sus papás y contaba los días que faltaban para reunirse con su esposa y sus hijas. Se dio cuenta que durante el año había desperdiciado muchas cosas por estar obsesionado por los problemas. "Re-descubrió" el gran amor que siente y que recibe, por la familia que Dios le regaló.
Las deudas lo seguían acompañando, pero ahora todo su pensamiento y su sentimiento estaban en otro lugar... En medio de su melancolía abrió una Biblia al azar y sintió que, de ahora en más, algo tenía que cambiar, mientras leía: "Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón"...
*(Mt.6,19-21)
1 comentario:
Muy lindo el cuento, y me siento identificado.
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